El fútbol ya no es sólo un deporte, ahora implica un montón de arreglos y convenios políticos y económicos para la realización de sus eventos, en especial cuando hablamos del más grande de todos, el mundial de fútbol.
La puesta en marcha de un mundial de fútbol es más que la reunión de unos países para librar los partidos, realmente, implica una pesada carga económica para el país anfitrión, hablando en costos de renovación y modificación de infraestructura, alojamiento, seguridad, etc.
Es por eso que se ha debatido la solución para que el golpe económico no sea tan duro para el país anfitrión, y la decisión ha sido la de llevarlo a cabo de forma compartida.
Se ha sugerido que a partir de ahora el mundial de fútbol sea organizado de forma cooperativa, o sea, dos anfitriones, y así aligerar la carga de dinero que se lleva y sacarle el mayor provecho al turismo que ocasiona. Por esta razón, es muy probable que el mundial de Rusia 2018 sea el último llevado por un solo país.